jueves, 27 de noviembre de 2008

“...Por que donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón."


Tengo algunos amigos, no cristianos que durante algún tiempo han comprado acciones en la bolsa de valores, otros, en varias ocasiones, han comprado boletos de lotería o billetes de juegos de azar. Cada vez que me encontraba con ellos, me comentaban acerca de lo emocionado e impacientes que estaban con el próximo sorteo del premio mayor, otros, de acuerdo con la circunstancia del mercado, me señalaban que estaban muy pendiente de las variaciones de las acciones, ganando o perdiendo dinero.


Tomando estas mismas condiciones de emoción, preocupación, atención, e interés abismante en las condiciones en que sus inversiones y dinero están, Dios ha hablado a mi corazón y me hace reflexionar sobre este pasaje de San Mateo 6:21 (RV 1960), donde señala, “ Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón“


Hoy muchos de nosotros estamos muy pendientes de algunas situaciones o cosas en las cuales hemos puesto nuestros tesoros. Universidad, trabajo, ministerio, cargos, roles, etc., etc., y por ende, allí está nuestro corazón.


Cuando el Rey David, comenzó el proyecto de construcción del templo para Jehová, sin duda al disponer de sus propios tesoros personales a esta gran obra, estaba poniendo todo su corazón para que esto prosperara (I Cron.29:2-5)


La misma situación ocurrió con Moisés, (Ex.35:4-9), Nehemías, (Neh. 7:70), el rey Salomón (I Reyes 10:1-10), los apóstoles (Hechos 5: 3-11), en fin, podríamos señalar muchas citas más en  toda la Biblia, incluyendo por supuesto a Jesús (Mateo 14:17-21), donde vemos el uso de los recursos, el interés o desinterés que cada persona tenía por ellos.


Sin embargo, quiero señalar que la Obra Misionera, ya sea de plantación de iglesias, obras de misericordia, traducción de la Biblia, proyectos biocupacionales, ministerio con niños, orfanatos, etc., necesitan que nosotros pongamos todo nuestro corazón en ellos. Al decir que pongamos todo nuestro corazón, y considerando lo anteriormente expuesto, quiero decir que NECESARIAMENTE, debemos primero poner “nuestros tesoros“, nuestras ofrendas, nuestros recursos económicos, en ello. De esa manera, estaremos muy pendientes, informándonos, orando, estaremos atentos a las necesidades, serviremos, trabajaremos con mucha pasión levantando más ofrendas, motivando a otros, creando nuevos proyectos, etc., para que la obra misionera siga adelante.


Amados, les invito a ofrendar generosamente, con alegría, de manera voluntaria, y así pondremos nuestros tesoros en los No Alcanzados, y se lo aseguro, nuestro corazón  estarán siempre con ellos, sufriendo por ellos, gozándonos con ellos, colaborando con los que vayan y levantando las manos de aquéllos pocos que se atreven a hacer algo más por la causa del Reino.


Dios les bendiga

1 comentario:

ivanetnos dijo...

Felicidades por tu blog, estimado Oscar. Muchas bendiciones!!!!!
Fuerza en la traducción de la Palabra!!!